LOS AVANCES DE LA NEUROCIENCIA Y LA NECESIDAD (O NO) DE ACTUALIZAR LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Palavras-chave:
Declaración Universal, Neuroderechos, Neurociencia, Inteligencia ArtificialResumo
En diciembre de 2023, la Declaración Universal de los Derechos Humanos cumplirá 75 anos de aprobada por los países miembros de la Organización de la Naciones Unidas en 1948. No hay duda de que su aprobación constituye uno de los momentos más significativos de la historia, pues es el primer documento de carácter universal que proclama los derechos considerados esenciales para todos los seres humanos, cuya protección pasó a ser una obligación de todos, es decir, la humanidad cuidando de la humanidad. Fue una gran conquista, especialmente porque, a partir de ese momento, varios Estados comenzaron a incorporar esos derechos en sus legislaciones y a extenderlos a todos sus habitantes, con base en el principio de la dignidad, demostrando la adopción de un nuevo. Sin embargo, y sin negar la importancia de ese momento histórico, es necesario reconocer que el ideal pensado en 1948 está lejos de ser una realidad, no sólo por su falta de efectividad, sino también por su limitación para acompañar los cambios sociales. En ese contexto, el objetivo de nuestra investigación fue discutir si existe la necesidad de incorporar nuevos derechos a la Declaración de 1948, específicamente los denominados “neuroderechos humanos”, frente a los vertiginosos avances de la Neurociencia. Para ello, desarrollamos una investigación principalmente bibliográfica y documental, en la doctrina y legislación nacional e internacional, cuyos datos fueron analizados de forma deductiva e inductiva, respectivamente. De esa forma, se constató, inicialmente, que la Neurociencia ganó un impulso exponencial al asociarse a la Inteligencia Artificial, permitiendo, por ejemplo, la lectura más rápida de las imágenes de la resonancia magnética funcional, facilitando la comprensión del funcionamiento del cerebro, así como el diagnóstico y el tratamiento de eventuales patologías. Más aún, esa asociación ha permitido, también, la creación de mecanismos de mejoramiento de la función cerebral, levantando cuestionamientos sobre su carácter eugenésico. Frente a esas controversias, se verificó la existencia de diversas iniciativas internacionales (OCDE, ONU, OEA) para regular esos avances y de grupos de investigación, algunos de carácter multidisciplinar, dedicados a estudiar los impactos ético-jurídicos de la Neurociencia. Uno de esos grupos instituyó el centro de investigación denominado Neurorights Iniciative, vinculado a la Columbia University de los Estados Unidos. Ese centro es hoy uno de los de mayor prestigio en el mundo, siendo coordenado por el neurobiólogo español Rafael Yuste, quien no sólo ha propuesto cinco nuevos derechos humanos (identidad personal, libre arbitrio, privacidad mental, acceso equitativo, protección contra sesgos algorítmicos), sino que defiende que sean incorporados a la Declaración de 1948. No es un asunto pacífico, considerando que autores, como el jurista colombiano Diego Alejandro Borbón Rodríguez, señalan una serie de objeciones a esa propuesta debido a la ausencia de estudios sobre, por ejemplo, la duplicidad de derechos y la insuficiente delimitación conceptual de los mismos. De ese modo, nuestra investigación concluyó que es aún necesario un mayor debate académico sobre el asunto, siendo el presente Congreso una valiosa oportunidad para la divulgación del tema y el imprescindible intercambio científico de ideas.